La pasta fondant o simplemente fondant es una cobertura modelable con una textura similar a la plastilina, pero comestible. Su uso está muy extendido en la repostería, donde se emplea para cubrir y decorar tartas, cupcakes, hacer figuras en 3D y muchas cosas más. El fondant para cubrir y decorar tartas se puede saborizar añadiendo algún aroma o saborizante durante su preparación y también se puede teñir añadiendo diferentes colorantes alimentarios, lo que sumado a su fácil modelado lo convierte en un producto extremadamente versátil al que se le pueden dar múltiples formas y usos.
Esta pasta se puede comprar ya preparada en muchas tiendas de alimentación o repostería pero, como la mayoría de alimentos que consumimos, resulta mucho más deliciosa y agradable tanto al tacto como a la vista si la preparamos de forma casera o artesanal.
Al ser un producto mayormente utilizado en repostería profesional, muchos piensan que es complicado de hacer, pero en realidad es bastante simple. Solo hay que usar los ingredientes adecuados y seguir la receta al pie de la letra controlando bien las cantidades y el método de preparación.
Ingredientes
- 750 gramos azúcar glass
- 50 mililitros agua fría
- 1 sobre gelatina neutra (sin sabor)
- 125 mililitros glucosa líquida (para repostería)
- 1 cucharada glicerina (para repostería)
- 1 cucharadita esencia o aroma al gusto
- Unas gotas colorante alimentario líquido al gusto
Instrucciones
- Primero ponemos el azúcar glass en un bol grande y le damos la típica forma de volcán dejando un agujero en el centro.
- Vertemos el agua fría en una olla pequeña sin ponerla al fuego, añadimos el sobre de gelatina neutra y dejamos que absorba el agua. Después la ponemos a fuego lento unos minutos hasta que la gelatina se diluya del todo, pero controlando que no llegue a hervir.
- A continuación incorporamos la glucosa, la glicerina, la esencia elegida (yo he usado vainilla y queda muy bien) y removemos un poco hasta que se mezclen bien todos los ingredientes, siempre manteniendo el fuego muy bajo y sin que hierva.
- Una vez que tengamos está preparación líquida, la vertemos en el bol con el azúcar y vamos removiendo con una cuchara de palo hasta que la masa formada coja un poco de consistencia como para poder amasarla a mano.
- Continuamos amasando con las manos y, si fuera necesario, añadiremos un poco más de azúcar glass hasta que la masa tenga una consistencia suave, fácil de moldear y un poco elástica, pero no pegajosa.
- En este punto la masa obtenida será completamente blanca, si queremos darle color le añadiremos directamente unas gotas del colorante alimenticio que elijamos y seguiremos amasando hasta que la masa coja el color de manera uniforme.
Lo siguiente será hacer una bola con la masa, cubrirla bien con papel film y dejarla reposar en la nevera un mínimo de 12 horas. - Una vez pasado el tiempo de reposo, el fondant se puede trabajar fácilmente. Para ello debemos espolvorear una pizca de azúcar glass sobre una superficie lisa y extenderlo con ayuda de un rodillo hasta dejarlo con un grosor uniforme de entre 3 y 5 milímetros.
- Entonces podemos cubrir la tarta (es recomendable que la tarta tenga una capa fina de ganaché de chocolate o buttercream antes de cubrirla con el fondant, ya que así se disimularán las marcas o imperfecciones del bizcocho y el resultado final será una tarta perfectamente lisa).
- Para hacerlo, enrollamos el fondant con mucho cuidado en el rodillo y lo desenrollamos sobre la tarta, luego con mucho cuidado lo adaptamos a la forma de la tarta con las manos, cortamos la parte sobrante con un cuchillo afilado y decoramos al gusto.
- También podemos usar un cortapastas o un cuchillo muy fino y afilado sobre la masa extendida para hacer las figuras que queramos o modelar a mano figuras en 3D.
Notas de la receta
El fondant se suele utilizar para cubrir y decorar tartas, pero también se puede usar para la decoración de cupcakes o para crear figuras en 3D que luego colocaremos sobre nuestros postres.