Hoy os proponemos una receta muy fácil y rápida de hacer, pero no por ello menos deliciosa, se trata de unas estupendas almejas a la marinera, un plato muy saludable y atractivo tanto a la vista como al paladar y al olfato, que sin duda será todo un éxito en vuestra mesa.
Las almejas son un producto del mar muy apreciado en todo el mundo debido a su exquisito sabor y, más aun, a sus estupendas propiedades nutricionales, las cuales las convierten en un alimento muy recomendable para casi cualquier persona.
Presentan un bajísimo contenido en grasa, por lo que es muy recomendable incluirlas en cualquier dieta de adelgazamiento o simplemente para cuidarnos un poco. También cabe mencionar su importante aporte de potasio, calcio, zinc, vitaminas del grupo B y especialmente de hierro, del cual recibiríamos la cantidad diaria recomendada consumiendo tan solo una ración de 100gr de almejas, lo que las hace ser un alimento casi indispensable en la dieta de personas que padecen de anemia ferropénica y necesitan incluir en su dieta habitual grandes cantidades de este importante mineral. También son un alimento muy interesante en cuanto a su alto contenido de zinc, el cual es capaz de incrementar la resistencia de nuestro organismo ante las infecciones, ya que aumenta las defensas naturales y refuerza nuestro sistema inmunológico.
Ingredientes
- 1 cebolla grande
- 1 kilo almejas
- 1 vaso generoso vino blanco
- 1/2 vaso agua
- 1 cucharada rasa maicena
- Al gusto perejil fresco
- Al gusto azafrán o colorante alimentario
- Al gusto aceite de oliva virgen extra
- Al gusto pimienta negra molida
Instrucciones
- Lo primero de todo es limpiar bien las almejas para quitarles toda la arena posible. Para ello, las ponemos en un cuenco, las cubrimos con agua y un par de cucharadas de sal y las dejamos reposar en la nevera entre 2 y 3 horas (si no tienes tiempo debes dejarlas al menos media hora) para que ellas mismas expulsen la arena. Pasado este tiempo, y sin vaciar el agua, las sacamos del cuenco con las manos o con ayuda de una espumadera, la idea es no remover mucho el fondo, ya que ahí es donde estará la mayor parte de la arena que hayan expulsado. Las colocamos en un colador grande como el que usamos para escurrir la pasta, las enjuagamos bajo el grifo y las dejamos escurrir. Si durante este proceso vemos alguna almeja rota, es mejor retirarla para que no nos estropee el plato.
- Para empezar con la preparación, cortamos la cebolla muy pequeñita y la ponemos a pochar en una sartén grande o en una cacerola ancha con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté pochada, añadimos un poco del vino y lo dejamos reducir a fuego lento para que la cebolla se nos quede muy blandita.
- Disolvemos la maicena en el medio vaso de agua y la añadimos a la cacerola junto con el resto del vino, un poco de pimienta, un puñado de perejil fresco picado, un poco de azafrán o colorante alimentario y las almejas.
- Tapamos, subimos el fuego al máximo y dejamos cocer unos 3 o 4 minutos moviendo la cacerola sin destaparla, hasta que se abran las almejas. Si pasado este tiempo vemos que la salsa aun está muy líquida, bajamos un poco el fuego y lo dejamos cocer destapado durante un minuto más para que reduzca un poco y listo.
- Al momento de servir, espolvoreamos con un poco más de perejil fresco picadito y a disfrutar!
Notas de la receta
Al momento de servir, espolvoreamos con un poco más de perejil fresco picadito y acompañamos nuestras almejas con un buen pan para mojar en la salsita.